lunes, 8 de febrero de 2010

Malanyeu. Vía Montse Curto.











No había estado nunca en Malanyeu. Los demás, sólo Pere y hacía mucho tiempo.

Madrugón y llegada antes de que el sol empieze a calentar.
Todo helado. El único lugar agradable es el comedor de Can Anglada. Allí hacemos tiempo, tomando café y esperando a que la pared salga de la sombra. Ya hemos almorzado, muy temprano, en Monistrol.

Ya empieza a dar el sol.
Salimos.
Todavía está todo helado. Se pueden pisar las boñigas de vaca, como si fuesen piedras. Cruzamos por terreno de una granja y la pared ya está cerca.

Joan y Joaquim se meten en la vía Francesc Suñol. Pere, Quima y yo, buscamos la Montse Curto.
Vemos una linea de chapas inoxidables, relucientes, muy seguidas. Eso debe de ser, pensamos, y me meto. Es una placa muy divertida, con abundancia de los característicos agujeros del lugar. Allí, las presas, en lugar de sobresalir de la pared, como en Montserrat, son agujeros.
La reseña dice cuarto y muy difícil no es, pero yo le pondría más bien cuarto superior.
Voy siguiendo las chapas y llego hasta algo que parece más un descuelgue que una reunión. Busco la continuidad y no la veo. Parece ser que esto se acaba aquí. A la izquierda hay otra linea que continúa. Ahora caemos en el error. La línea que continúa es La Carla se' n va a la selva y lo que he hecho es una vía deportiva que, en las reseñas que llevamos, figura con un interrogante. La vía que buscamos tiene que estar más a la derecha. Quima la busca y si, ahí está. Pere me descuelga y voy desmontando mientras bajo.

Ahora empiezo el verdadero primer largo de Montse Curto. Es más fácil que lo otro, pero hay un tramo muy roto y con mucha tierra. Es fácil pero no me fio de que las presas se mantengan unidas a la pared. Precisamente allí, la chapas alejan. Lazo un arbolillo que me inspira poca confianza y un matojo grande que me gusta más. Después ya no es tan descompuesto, las chapas estan cerca y la reunión también.


Sale Pere a por el segundo largo, una placa finita, de quinto, bien asegurada. Me cuesta bastante. La reunión en una especie de feixa.


La tercera y última también la hace Pere, que tiene quinto superior. El inicio es andando, hasta la base de una placa vertical. La vía hace zig zag, siguiendo ana amplia fisura. Al principio de la placa, hay un paso durillo, que debe de ser el quinto superior. Esa tirada, en teoría y según dice el compañero, más difícil que la anterior, pero me cuesta mucho menos.


El descenso, en dos rápeles por la misma vía, y ya nos están esperando los compañeros.
Volvemos a Can Anglada, ahora el suelo está embarrado. Ha hecho un día magnífico. El lugar es muy cálido, cuando recibe el sol. Es un buen sitio para el invierno. Todos coincidimos en que hay que volaver.
Como final de fiesta, torradas con butifarra y cerveza, con animada conversación, que lo que es callados no somos.

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