L' avi trepador

Miguel en el segundo largo.




Ni Miguel ni yo habíamos estado nunca en la Codolosa. Había oído nombrar muchas veces esa pared y la había mirado desde el merendero de La Salud. Me habían dicho que es un buen sitio para el invierno y es cierto. Además, hoy ha hecho un buen día de sol.

Hemos estado de acuerdo en que L' avi trepador era una buena opción. La verdad es que es un poco más dificil de lo que yo esperaba, pero la hemos podido superar, sobre todo gracias a Miguel y a su infinita voluntad y paciencia, y a sus inagotables recursos en la pared. Bagaje que conserva de cuando era un escalador de mucho más nivel, antes de sufrir el accidente de esquí que lo ha tenido alejado de las paredes durante varios años, ademas de dejarlo cojo de una pierna.

La primera tirada la he hecho yo. Marca cuarto superior, pero me parece un grado generoso. Eso si, los seguros son mas bién escasos. Dos spits y un buril en veinticinco metros, a los que he añadido un tasconcillo, un puente de roca y un gran merlec asociados y un arbusto. Con todo eso ya está más asegurada. La reunión es bastante colgada, solo unos cinco metros por encima de una gran repisa. Cosas del diseño.
Miguel toma el relevo y le mete a la segunda, que es bastante más dificil (V). Saliendo de la reunión las chapas van seguidas, pero después se distancian más.

La tercera me hubiese tocado a mí, pero después de una tentativa con poca convicción, pensando en que me ha dicho uno que rapelaba, que hay un quinto superior, le pregunto a Miguel si quiere probarla el y, sin ningún recelo, me dice que sí.
Creo que es cierto que hay un paso de quinto superior, pero Miguel ha conseguido superarlo con mucha voluntad y alarde de recursos.

Soy consciente de que mientras yo hablo de un quinto superior como un enorme obstáculo, otros consideran el 6a un grado bajo. Creo que hay gente que escala envidiablemente bien, pero también creo que hay mucha gente a la que le cuesta el quinto superior, aúnque no lo reconoce públicamente.

La cerveza del merendero de La Salud está buenísima. En eso seguro que hay acuerdo unánime, exceptuando a los que no les gusta la cerveza, claro.